En la industria de la pintura, los aplicadores son herramientas con las que pulimos los revestimientos de pintura. La mayoría de las veces tienen forma de esponja y lana natural y artificial.
Los aplicadores de lana natural y artificial se usan a menudo en la industria de la pintura. Los naturales funcionan mejor porque el material se distribuye a través de cada cabello. En el caso de los artificiales, es importante usar abrillantadores que combinen con las cerdas sintéticas. Básicamente, elegir el aplicador.Los aplicadores de un mismo fabricante son los mismos, por lo que podemos estar seguros de que la pasta probada siempre funcionará de la misma manera.bueno, con otros no tan bien.Tanto la lana natural como la sintética son tratadas como aplicador para usar en la primera etapa de pulido, sin embargo, si seleccionamos adecuadamente las pastas de pulir y tenemos experiencia, podemos usar un mismo aplicador para todas las etapas de pulido, utilizando el de esta máquina DA.
Las esponjas son los aplicadores más populares utilizados por pintores y detallistas de automóviles. Dependiendo de la estructura, hay tres tipos de esponjas: cerradas, semiabiertas y de celda abierta. Cuando soplamos aire en ellos, podemos reconocer con qué tipo estamos tratando. ¿Cómo puedes verificar? Es simple, las esponjas de celda abierta no oponen ninguna resistencia, las esponjas entreabiertas ofrecen una ligera resistencia, mientras que el aire no pasa en absoluto a través de las esponjas de celda cerrada. La ventaja de las dos primeras esponjas es que el aire puede pasar a través de ellas y disipan mejor el calor. En comparación con las esponjas cerradas, tenemos un bajo riesgo de sobrecalentamiento. Otra ventaja de estas esponjas es que el material de la pasta abrasiva se acumula en sus celdas, por lo que se libera de manera gradual y uniforme durante la operación del aplicador. Por lo tanto, ciertamente podemos reconocer la ventaja de las esponjas abiertas y semiabiertas sobre las cerradas. En el caso de las esponjas de celda cerrada, debemos tener en cuenta que solo actúan en la superficie. Al usarlos, recuerda aplicar mucho menos material. Demasiado de él puede ser salpicado. Independientemente del tipo de esponja, es mejor aplicar un poco de pasta pulidora en el aplicador.
Antes de comenzar el trabajo de un nuevo aplicador, recuerde impregnarlo adecuadamente. Usando una espátula de madera, aplicamos el material y lo extendemos por toda la superficie. Posteriormente, cuanto más se elabore la pasta, con porciones más pequeñas la complementaremos. Una pasta bien adaptada a un aplicador dado dará el máximo efecto a nuestro trabajo. Cualquiera que sea la pasta que usemos, tenemos que trabajarla en la pieza de trabajo. En cada etapa del trabajo, podemos agregar la cantidad necesaria de pasta. Por otro lado, al terminar, también puedes usar agua, que ayudará a activar los residuos de pasta que quedan en el aplicador.